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Husherías y otras tonterías

De profesión: gilipollas

Plastas y plastilinas

Definitivamente soy una plasta y de las gordas.  Me paso horas y horas hablando de lo mismo, que si el trabajo, que si la entrevista, que si que agobio, que si vaya palo de semana, que si, que si, que si...

Me sorprende que aún me prestes atención, aunque la verdad, mi trabajo es como un culebrón venezolano pero más macabro y eso facilita la tarea de oyente.  De todas formas he de reconocer tu paciencia estas semanas, que sepas que ya estoy levantando una estatua en tu honor (de plastilina claro) y el Papa está pensando en beatificarte...aunque claro, con tu vida de vicio y perversión se lo pones difícil y aún lo está meditando, dice que si te haces monja ni se lo piensa pero tienes que cumplir el voto de castidad a raja tabla.

Y ahora si me perdonas voy a tomarme la medicación.

NO ME HAN ECHADO!!!!

Debo hacer una aclaración a mi anterior post.  No me han echado!...aunque tal vez me harian un favor si lo hicieran.  De todas formas yo busco trabajo...insisto, si alguien sabe de algo...soy trabajadora Boca sellada

Se busca...

Estoy muyyyyyyyyy cabreada, pero he de pensar que al menos tengo 27 años...podría ser peor.

Por cierto, busco trabajo, si alguien está interesado...Riendo

El ciclo vital del estudiante

Que pasa cuando en el trabajo te proponen hacer un curso??? pues pasas por distintas fases:

1. Piensas para ti misma: "Hostia que gran putada"

2. Luego te informas sobre el curso: duración, dificultad, utilidades,...

3. Después te empieza a hacer gracia la idea y piensas que te servirá para el curriculum, además queda muy bien decir que estas trabajando y estudiando.

4. Esperas con ansias que llegue el curso.

5. Llega y lo abres expectante. Miras todo lo que tienes que estudiar y decides que es mejor cerrarlo y abrirlo otro día, que total hay tiempo.

6. Varias semanas después decides empezar el curso, evidentemente ya llevas bastante retraso, miras todo el programa y te da algo. Para colmo tienes que entregar prácticas y vas con el tiempo justo, muy justo. Ya te empiezas a arrepentir de tu "suerte" y acabas pensando: "Hostia que gran putada"

Y es que ya lo dicen: la primera impresión es la que cuenta.

La Hushcienta

Érase una vez una joven bella, simpática, inteligente, agradable,...vamos, con un sinfin de cualidades, llamada Hushcienta.

Hushcienta trabajaba en un empresa que un año antes era gobernada por una familia, que si bien algo excéntrica, aportaban cierta seguridad a sus empleados, pero de golpe y porrazo toda la situación había cambiado y la empresa fué conquistada por unos niños pijos de Madrid, la antigua familia cedió a la conquista y fué cediendo el lugar a estos pijos madrileños.

Hubo incertidumbre y muchos fueron los que murieron durante los enfrentamientos entre los dos ejércitos, ahora parecía que todo volvía a su cauce y todos los supervivientes habian logrado encontrar más o menos un lugar, todos menos Hushcienta y sus más cercanos, ellos vivian atemorizados por la bruja malvada madrileña, que de tanto en tanto se acercaba por allí para sembrar terror y mal rollo a su paso. Hushcienta vivía angustiada, siempre pendiente de cuando llegaría su turno para la horca, los pijos les decían, a Hushcienta y sus amigos, que estuvieran tranquilos, que todos ellos estaban seguros en el nuevo reino, pero ellos sabian que todo eran mentiras y más de una vez se oían confabulaciones en contra de alguno de ellos.

La situación cada vez era más y más insoportable y a la bruja mala cada vez le crecía más y más la berruga de la maldad. Hushcienta trabajaba horas y horas, y nunca era reconocido su trabajo, ni monetaria ni personalmente, la desmotivación y el cabreo se iban adueñando de ella, tantas horas dedicadas gratuitamente para nada.

Al menos queridos lectores sacad una moraleja de tan triste historia: Hushcienta trabajaba tanto porque su conciencia le decía que tenía que sacar el trabajo adelante, se lo agradecieran o no, lo sentía como su responsabilidad, otros en cambio lo hacían esperando algo que tal vez nunca les llegaría. Y otra moraleja sería que los buenos pueden ser idiotas de tan buenos, pero también se les hinchan las...

Y os seguiría contando la historia, pero sólo los pijos madrileños conocen el final, tan pronto tenga noticias de Hushcienta y sus amigos seguiré informando. De momento recemos por todos ellos y su biniestar.

CONTINUARÁ....

Notas del autor

* Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

* Ningún madrileño fué maltratado durante el escrito de esta novela.

* No se pretende ofender a nadie, el propio padre de la autora es madrileño y a excepción de estos pijos asquerosos y prepotentes, da fe que el resto merecen todos sus respetos.

 

 

Depresión post-vacacional

Hoy ha sido mi primer día de vuelta al curro.  Bueno en realidad fué hace una semana, pero digamos que hoy ha sido la vuelta a la realidad, que curiosamente (tono sarcástico) coincide con el retorno de jefes, jefecillos y encargadillos.  

Vuelta a las prisas, a los montones de papel, a las llamadas de teléfono, a los mails, a las horas extras gratuitas (estas son las que más me gustan) y todo para que???? pues para poder cobrar un sueldo que te permita vivir dignamente, eso sí, dignamente en casa de tus padres.  Ays que ganas de que me toque ya la primitiva y jubilarme, porque el trabajo dignificará a las personas, pero yo sería la mar de feliz siendo un Borja Thyssen cualquiera y tomando un coctel en mi yate nuevo sin una pizca de dignidad pero con las cuentas corrientes a rebentar de euros. 

En fin, la esperanza es lo último que se pierde y yo seguiré rezando cada noche para ser una poco más indigna que el día anterior.